2025: Impacto de la IA en el empleo

Más evolución que revolución

La Revolución Industrial 4.0 (o Industria 4.0) en este siglo XXI sigue evolucionando; la explosión de los teléfonos móviles 📱, el Internet de las Cosas (IoT) 🌐, la Realidad Virtual (VR) y la Realidad Aumentada (AR) 🥽, el Metaverso 🌌, la impresión 3D y escáneres 3D 🖨️, el Big Data 📊, el Blockchain 🔗, y ahora la Inteligencia Artificial (AI) 🤖.

Llevamos meses escuchando que la inteligencia artificial va a revolucionar el mundo del trabajo tal y como lo conocemos. Que si el fin de muchas profesiones está cerca, que si los robots nos dejarán sin empleo… Pero la realidad, como suele ocurrir, está siendo bastante diferente a lo que presagiaban. Y es que después de dos años conviviendo con la IA moderna, es momento de hacer balance y ver qué podemos esperar realmente para 2025.

La IA ya está aquí (pero no como esperábamos)

Si eres de los que trabaja delante de un ordenador, es probable que ya estés usando inteligencia artificial sin darle mayor importancia. De hecho, las encuestas indican que aproximadamente la mitad de los trabajadores la utilizan en su día a día. Pero no, no están siendo reemplazados por robots: la están adoptando de forma natural, como quien estrena un ordenador más potente o aprende a usar una nueva herramienta ofimática.

📝 ¿Y de qué IA estamos hablando exactamente? Principalmente de esos asistentes conversacionales basados en LLMs (o Grandes Modelos de Lenguaje) que nos ayudan a redactar correos más profesionales, crear contenido más pulido o revisar textos en busca de errores. Vamos, lo que en el mundo digital y editorial se conoce como copywriting, copyediting y proofreading.

Los límites de la IA actual: más ayudante que sustituto

Pero antes de que empieces a preocuparte por tu puesto de trabajo, hay algo que debes saber: la IA actual está muy lejos de poder reemplazar la inteligencia humana. Y no lo decimos nosotros, lo dicen los números: según el benchmark ARC-AGI, mientras que el humano promedio alcanza un 64.2% de rendimiento, los mejores modelos de IA, como o1 (beta) o Claude Sonnet, apenas llegan al 34%.

¿Qué significa esto en la práctica? Que aunque estas herramientas nos ayuden a trabajar mejor y más rápido, todavía necesitan supervisión humana. No podemos fiarnos ciegamente de lo que producen, y siempre hace falta ese toque humano para revisar, editar y dar el visto bueno final.

Esta realidad nos lleva a una interesante reflexión: el futuro a medio plazo podría significar un retorno a profesiones creativas y humanistas, recobrando la importancia que una vez tuvieron. Por ejemplo, un profesional de campo podrá extraer de estos modelos de IA información más valiosa sobre un estudio que alguien sin sus conocimientos, a la vez que será capaz de cotejar los resultados con un mayor grado de precisión.

📅 2025: el año en que la burbuja se estabiliza

Después de un 2024 frenético en cuanto a novedades y avances, todo apunta a que 2025 será un año de consolidación más que de revolución. La IA de LLMs seguirá mejorando, sí, pero a un ritmo más pausado y realista.

¿Qué podemos esperar entonces? Las principales innovaciones de la Inteligencia Artificial 2.0 tendrán como eje común la mejora del raciocinio, y vendrán por cuatro frentes:

• Los sistemas multi-agentes, que son básicamente automatizaciones más sofisticadas de las que ya conocemos (tipo RPA).
• IDEs potenciadas por asistentes de IA para desarrollo y programación de aplicaciones, para el llamado software 3.0.
• La IA generativa o GenAI, especialmente en el campo de las imágenes y el vídeo.
• Modelos de IA más pequeños y eficientes que podremos usar en local, como en el móvil o en el portátil.

El elefante en la habitación: la rentabilidad

💰 Hay otro factor que pocas veces se menciona pero que incidirá en el avance endiablado de la IA experimentado durante este 2024: los beneficios.

Resulta que hacer funcionar estos modelos de lenguaje consume ingentes recursos energéticos y, por tanto, mucho dinero. Las empresas están encontrando dificultades para monetizar sus servicios y conseguir inversores. Como resultado, es probable que pronto empecemos a ver más publicidad, ya sea incrustada de forma directa o mediante enlaces de afiliados. A fin de cuentas, cuando la «burbuja» económica de la IA termine por explotar, solo las compañías que ofrezcan valor añadido y sean capaces de generar beneficios de una manera sostenible sobrevivirán a medio y largo plazo.

🔮 Mirando al futuro con realismo

Si algo hemos aprendido en estos dos últimos años es que los cambios revolucionarios que muchos predecían no se han materializado. Y lo que no ha ocurrido hasta ahora, difícilmente sucederá en 2025 o incluso 2026.

La realidad es que la IA se está convirtiendo en una herramienta más en nuestro arsenal profesional. Como el correo electrónico, las hojas de cálculo o el smartphone: nos hace más eficientes y productivos, pero no nos reemplaza. Y esa es probablemente la mejor manera de entender su papel en el futuro próximo del trabajo.

Más que preocuparnos por si la IA nos quitará el empleo, deberíamos centrarnos en aprender a utilizarla de manera efectiva. Porque aquellos que sepan aprovechar estas herramientas tendrán una ventaja competitiva clara en el mercado laboral del futuro cercano.